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" Ide por todo o mundo
e pregai o evangelho."
                 Marcos 16:15
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Lección de Escuela Sabática 
Jueves 01 de Febrero
NUESTRA RESPONSABILIDAD COMO MAYORDOMOS

Los mayordomos sabios se definen por su disposición a aceptar y ejecutar el principio moral de la responsabilidad personal. La aceptación de la responsabilidad personal está compuesta por las decisiones que tomamos y por lo que hacemos; y reconoce la relación entre causa y efecto. La disposición a aceptar la responsabilidad personal es un rasgo clave que no se puede ignorar cuando definimos lo que es un mayordomo, porque los mayordomos deben mostrar resolución al elegir, de corazón, lo que más le conviene al Propietario. Por lo tanto, esa disposición es una decisión que define la relación que se espera que un administrador tenga con Dios.
“Dios desea colocar al hombre en una relación directa con él. Él conoce el principio de la responsabilidad personal en todos sus tratos con los seres humanos. Intenta promover un sentido de dependencia personal y mostrar la necesidad de una dirección personal. Sus dones son confiados a los hombres en forma individual. Cada persona ha sido hecha un mayordomo de responsabilidades sagradas; cada una debe cumplir su tarea de acuerdo con las indicaciones del Dador; y cada una debe rendir cuentas a Dios del desempeño de su mayordomía” (TI 7:168).
Cuando nos convertimos en mayordomos, no transferiremos nuestra responsabilidad a otra persona o a una organización. Nuestra responsabilidad personal es para con Dios y se reflejará en todas nuestras interacciones con los que nos rodean (Gén. 39:9; ver también Dan. 3:16). Aceptaremos la tarea encomendada dando lo mejor de nosotros. El éxito a la vista de Dios dependerá más de nuestra fe y de nuestra pureza que de la inteligencia y el talento.

Lee 2 Corintios 5:10 ( CB ) . ¿De qué manera se entienden estas palabras en el contexto de lo que significa ser un sabio mayordomo?

Los teólogos y los filósofos han debatido durante siglos la difícil cuestión del libre albedrío. Pero la Biblia es clara: nosotros, como seres humanos, tenemos libre albedrío y libertad de elección. La idea de ser juzgado por nuestros hechos no tiene sentido de otro modo. Por lo tanto, ciertamente tenemos la responsabilidad personal, por la gracia de Dios, de decidir realizar elecciones correctas en todo lo que hacemos, lo que incluye ser mayordomos fieles de todos los bienes de nuestro Maestro.
Marcos 16:15