VIDA CENTRADA EN EL YO VERSUS VIDA CENTRADA EN CRISTO
Lee Gálatas 5:16 al 26 ( CB ) ; y Efesios 5:1 al 9 ( CB ) , y 17 al 20 ( CB ) . Compara las diferencias entre una vida centrada en el yo y una vida llena del Espíritu.
PERSONA CENTRADA EN EL YO
Desea lo que es pecaminoso y que desagrada a Dios.
Es controlada por pasiones pecaminosas
Utiliza mal su libertad y termina siendo esclava del pecado.
Es desobediente a la voluntad de Dios.
Busca la complacencia propia.
Evidencia el fruto del pecado.
No reconoce la necesidad del perdón y es arrogante.
PERSONA CONTROLADA POR EL ESPÍRITU
Desea lo que es espiritual y que agrada a Dios.
Es controlada por el Espíritu.
Es librada de la esclavitud del pecado y es llamada a ser libre en Cristo.
Es obediente a la voluntad de Dios.
Es abnegada.
Evidencia el fruto del Espíritu.
Reconoce la necesidad del perdón y alaba a Jesús por lo que él ha hecho.
La vida de una persona que está llena del Espíritu de Dios se caracteriza por una obediencia amante a la Ley de Dios y un espíritu amable de compasión hacia los demás (ver 2 Cor. 5:14 ( CB ) ). Habiendo sido renovados en nuestra mente y nuestros pensamientos, y habiendo recibido un nuevo corazón y una nueva perspectiva de la vida, nuestros valores y nuestro comportamiento cambiarán. Ya no desearemos vivir la vida por nuestras propias fuerzas, sino en sumisión al Espíritu (Gál. 3:3 ( CB ) ).
No poseemos ningún poder real para cambiarnos a nosotros mismos, pues el pecado está demasiado arraigado en nosotros. El cambio desde adentro solamente puede tener éxito por medio de la obra transformadora del Espíritu Santo. Ningún cambio meramente externo, como corregir este o aquel mal hábito, nos hace cristianos.
Es una obra de toda la vida, que Dios promete hacer en nosotros (Fil. 1:6 ( CB ) ).
¿En cuáles áreas de tu vida ves sobresalir tu parte egoísta y centrada en el yo, y en cuáles ves una vida que refleja la obra del Espíritu Santo en ti? ¿Qué te dice tu respuesta acerca de ti mismo y de las decisiones que debes tomar?