PARA ESTUDIAR Y MEDITAR:
Lee El Deseado de todas las gentes, pp. 622-626, donde habla sobre el Espíritu Santo. También, lee El evangelismo, pp. 445-448. ( Otras notas)
“Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” (Mat. 28:18-20). Nota que, cuando Jesús dio a sus discípulos su llamado y su obra, dijo que bautizaran a las personas en el “nombre”, en singular, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. No dijo: “en los nombres” del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, sino solamente “nombre” (en griego onoma). Aquí encontramos más evidencia poderosa de la naturaleza triuna de nuestro único Dios (“Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es” [Deut. 6:4]). Como ya ha sido señalado en la lección de esta semana, nadie cuestiona la personalidad del Padre y del Hijo; por lo tanto, ¿por qué alguien haría eso con la personalidad del Espíritu Santo? Según la Biblia, tenemos la presencia amorosa, cariñosa y consoladora de Dios mismo obrando en nosotros y por medio de nosotros. Eso es lo que el Espíritu Santo es y hace. Y cuánto más lindo es saber que esta presencia constante es una Persona, tanto como lo son el Padre y Jesús. Sí, es difícil de entender en forma completa.
Pero ¿qué importa? Si no podemos entender plenamente la naturaleza de algo tan básico como la luz o el viento, ¿cuánto más nos costará entender plenamente la naturaleza del Espíritu Santo mismo?
PREGUNTAS PARA DIALOGAR:
1. En clase, repasen las respuestas a la pregunta del miércoles acerca de cómo la verdad puede ser una persona, Jesucristo. ¿Qué significa eso? ¿Por qué Jesús sería la Verdad? ¿De qué forma entendemos la “verdad” así, en vez de meramente por preceptos o proposiciones?
2. Elena de White escribió: “Necesitamos comprender que el Espíritu Santo, que es una persona así como Dios es persona, anda en estos terrenos” (Ev 447). ¿Qué nos dice esto acerca de la realidad y la presencia del Espíritu Santo?
3. Repasa algunos de los atributos y las características del Espíritu Santo, que hemos visto esta semana. ¿Cuáles te resultan especialmente reconfortantes? ¿Cuál es más significativo para ti? Comparte en clase por qué elegiste ese atributo o característica.
4. ¿Con qué te sientes más identificado: con una fuerza impersonal o con una persona? ¿Cuáles son las implicaciones de tu respuesta?